EL INFINITO
Siempre querida me fue esta solitaria colina
y este seto que gran parte
del último horizonte la visión impide.
Mas sentado, y mirando interminables
espacios detrás de él, y sobrehumanos
silencios y profundísima calma
en el pensamiento imagino; y por poco
el corazón no se aterra. Y como el viento
escucho susurrar entre estas plantas, ese
infinito silencio a esta voz
voy comparando: y me invade lo eterno,
y las estaciones muertas, y la actual,
viva, y su sonido. Así en esta
inmensidad se anega mi pensar
y el naufragar me es dulce en este mar.
Giacomo Leopardi
No hay comentarios:
Publicar un comentario