sábado, 5 de junio de 2010

EL JUEGO DE LA VIDA 3


Creo que esta foto es ideal para introducir el último tema que quiero analizar de nuestro querido juego: la sexualidad.

La vida es así, por favor tomen nota, quizás la infelicidad de la que fueron víctimas en todos estos años tenga que ver con no haber sabido jugar con estas reglas:

Al comienzo del juego el Banquero (la divinidad terrena) además de manejar el dinero de todos los participantes "distribuirá los autos y las clavijas: clavijas azules para los jugadores y los hijos, clavijas rosadas para las jugadoras y las hijas."

Se espera entonces que cada jugador y que cada hijx tenga una sexualidad claramente definida: es nena o es nene, es azul o es rosa. Se sobreentiende que la heterosexualidad es la base del matrimonio y de la familia, no hay otros colores disponibles. Vamos a ver entonces cómo se forma la familia.


"MATRIMONIO: Hay que detenerse junto a la iglesia en el espacio para contraer matrimonio. En este turno el jugador:
1. Añade una clavija azul (esposo) o una rosa (esposa) a su auto.
2. Recoge los regalos.
3. Viaja en luna de miel."

Está claro entonces que la vida no puede seguir adelante si uno no se casa. Además de ser obligatorio, el casamiento se realiza solamente en la iglesia, por supuesto -¿cómo pensar otra posibilidad?- con una persona del otro color, a los azules les tocan las rosas y a las rosas los azules. Y a no olvidar: la base del matrimonio es el automóvil.

Una vez vueltos de la luna de miel, el jugador y su nueva clavija conyugal pueden seguir adelante. De todas formas la oración debería estar en singular porque cada jugador es un individuo que va adicionando autos, regalos, sueldos, hijos, esposa/o. Los hijos aparecen de una manera que haría morir de envidia al inventor del famoso delivery de la cigüeña.

"HIJOS E HIJAS: Cuando un jugador se detiene en un espacio que indica nacimiento de un hijo o una hija:
1. Añade una clavija azul (hijo) o una rosa (hija) a su auto. Si los hijos son más de cuatro, el jugador los acomodará en el auto como pueda."

Esta última oración es conmovedora, la familia numerosa es casi indigente -tiene un auto pequeño para la cantidad de integrantes- en el juego de la vida. De todas maneras, no deja de llamar la atención la continua aclaración de que los machitos son azules y las hembritas son las rosas.

No me interesa hacer en este lugar la crítica a la familia nuclear ortodoxa que propone el juego de la vida, tampoco al modelo único de identidad heterosexual, ni al ocultamiento completo de la sexualidad a lo largo de todo el juego. Creo que cada uno puede darse cuenta por sí mismo qué es lo que esta vida propone en el plano sexual y sentimental.

Ya la clásica obra de Ariel Dorfman y Armand Mattelart -Para leer al Pato Donald- nos llamó la atención sobre los contenidos de la literatura infantil y su falta completa de ingenuidad.

Lo que terminé de aprender cuando volví a encontrar el Juego de la Vida es que el campo de batalla de la significación no tiene límites.

1 comentario:

Orla Publicidad dijo...

Excelente!!! no el juego sino cómo lo planteás!jajajajja Cuando sale "EL JUEGO DE LA VIDA 4" por fis por fis avisameeee