martes, 5 de agosto de 2014

BENJAMIN, CARLOTTO Y LA REDENCIÓN

Seamos categóricos. No hay filósofo que haya pensado con mayor intensidad esto que Walter Benjamin. Hablamos de la continua irrupción del pasado en nuestro presente, de la inescindible ligazón que nos une a nuestra historia. De la posibilidad de encarnar ese concepto teológico cuasi imposible: redención. De la responsabilidad que pesa sobre nosotros, la de portar una fotografía, la de portar a los muertos, la de reconocer que habitamos entre fantasmas.

"¿No nos sobrevuela algo del aire respirado antaño por los difuntos? ¿Un eco de las voces de quienes nos precedieron en la Tierra no reaparece en ocasiones en la voz de nuestros amigos? ¿Y la belleza de las mujeres de otra época no deja acaso de unirse a la de nuestras amigas?"

Se trata de una apuesta que las más de las veces lleva las de perder. Seamos categóricos. Son infinitamente mayores los olvidos, los sufrimientos que se desintegran en la nada. 

"El verdadero rostro de la historia se aleja al galope. Sólo retenemos el pasado como una imagen que, en el instante mismo en que se deja reconocer, arroja una luz que jamás volverá a verse."

El pasado no puede ser recuperado en su verdad, más que fugazmente, como imagen que fulgura, esa imagen verdadera está ausentándose, perdiéndose continuamente, sobre todo si no nos reconocemos aludidos por ella. Sobre todo si no rememoramos, ni luchamos, si no nos hacemos cargo de ese lazo que nos une con un pasado, que no es simplemente sido, que puede ser redimido.

"Existe un acuerdo tácito entre las generaciones pasadas y la nuestra. Nos han aguardado en la tierra. Se nos concedió, como a cada generación precedente, una débil fuerza mesiánica sobre la cual el pasado hace valer una pretensión. Es justo no ignorar esa pretensión."


Seamos categóricos. Esa fuerza que está en todos la encarnan las Abuelas de Plaza de Mayo y lo hacen con un coraje pocas veces igualado. La fuerza es débil, porque sus posibilidades de triunfo son siempre mínimas. Estela de Carlotto lo sabía, muchas fueron las Abuelas que murieron sin poder concretar el anhelado reencuentro con sus nietos. 

Mantener viva la memoria de lo sucedido, sí. Pero también entender que lo sucedido está presente, que el tiempo no es esa flecha continua y homogénea que cierto modo de entender la historiografía sustenta. Actuar políticamente y discutir las concepciones hegemónicas de la temporalidad histórica son dos caras de esa débil fuerza que todos portamos.

"La conciencia de hacer estallar el continuo de la historia es propia de las clases revolucionarias en el instante de su acción."

Cada vez que se hace estallar el continuo de la historia se abre la posibilidad de una redención, la posibilidad de modificar y salvar lo pasado, que nunca dejó de estar presente. El ininterrumpido trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo lo hizo posible ya 114 veces. Supo que el Mesías no descendería del cielo, que se trataba de una tarea humana y que era menester realizarla.

Recordamos las palabras que hace unos años escribiera Estela de Carlotto a ese nieto del que se espera (pero es una espera activa y la carta misma forma parte de esta actividad) su redención-resurrección:

"Buenos Aires, 26 de junio de 2011

Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, “decimos”, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que “te mataron” en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres. Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen.

Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás.

Tu abuela, Estela."



Seamos categóricos. NUNCA MÁS.



2 comentarios:

magu dijo...

DIEGO
Bueno todo lo que ponés, yo recuerdo que cuando trabajaba en Minoridad y Familia, hubo varios casos de nenas nacidas en el 78 que por toda la historia familiar (una supuestamente abandonada por la cocinera en el hotel donde trabajaba) podían ser hijas de desaparecidos, y en ese momento intenté conectarme con el teléfono de abuelas o de madres pero era muy dificil, yo renuncié en el 96 pero el pasé los casos a mi compañera que ahora es directora de un instituto. Estoy releyendo un libro que habla sobre los milagros (remisiones espontaneas de cáncer) el autor en un médico psiquiatra norteamericano que también habla de las teorías de einstein sobre la relatividad del tiempo, y dice que una ecuación puede ir hacia el futuro o hacia el pasado, podemos viajar en el tiempo, depende de como lo veamos en el presente, se puede modificar, aunque parezca inverosimil, como lo planteaba VOLVER AL FUTURO la peli de chicos. Yo creo que la genética y también las redes sociales ahora están al servicio de la búsqueda de gente (reconocimiento, hallazgo, paradero) y eso ayuda a reconstruir el pasado cercano y el milenario. A mi no me gusta esta mujer, antes si, luego cuando se hizo tan fanática de este gobierno corrupto me empezó a genera rechazo, además por su tono de sabelotodo pero me pone contenta la noticia, reencontrar a un familiar perdido, a un ser perdido es como volver a tenerlo, es maravilloso /yo me dedico a buscar animalitos periddos y cada reencuentro es emocionante), quisiera los demás reencuentros de nietos no fueran mediáticos porque entonces la gente va a tener miedo de hacer denuncias o bien, de ir a buscar datos o a aportarlos, tienen que seguir siendo discretos (EN Este caso, obvio, fue imposible). Te cuento, (y esto es verdad, es comprobado) que la adopción ilegal o la apropiación de chicos, al menos en nuestro país es algo antecede muchísimo a esta última dictadura militar, si bien estos lo hicieron de modo masivo e impune, Chicos anotados como propios, o regalados, o vendidos o entregados sin que los adoptantes quisieran saber su origne, pasó antes, durante y después, y se han hecho cosas irregulares como, que una chica (pagada) reconozca a un hombre como el padre, y ella renuncia a la patria potestad, asumiéndola éste y su esposa, (compra, notación trucha). He conocido varios casos de familias que les ofrecína regalar a sus bebés o nenes en el norte, (ahora ya fallecidos, gente muy grande ya) y en algunos casos los tomaron como ahijados, Lo triste es que sigue ocurriendo. Como la trata de blanca, como el trabajo en negro, como el comercio de órganos, son cosas que se dejarán de ocurrir cuando el corazón del hombre, pueda expresar sus ambivalencias, dejarse de hipocresías y sea menos ambicioso, rencoroso, iracundo y odiador, la historia será testigo de nuestra evolución espiritual y de nuestra futura comunión sin gazas sangrientas, sin países divididos.

Sergio dijo...

muy bueno Diego!!!
abrazo!