lunes, 23 de julio de 2012

NOAM CHOMSKY


Hijo de inmigrantes judíos ucranianos, nacido en Filadelfia, USA, en 1928, desarrolló casi toda su carrera  académica en el MIT. Tiene una producción inabarcable, de más de 80 libros, cientos de conferencias, cientos de artículos y cientos de entrevistas. Su obra se divide en una gran cantidad de escritos científicos sobre lingüística y otra gran cantidad de escritos políticos para el gran público.


Aunque no podemos afirmar que sus concepciones políticas se deriven lógicamente de sus propuestas lingüísticas, sí podemos entender que se complementan y parecen formar parte de un proyecto conjunto que tiene como denominador común un concepto de naturaleza humana. Chomsky no es un sociobiólogo, no cree que la biología determina el tipo de sociedad en la que debemos vivir. Tampoco cree que la lingüística sea una ciencia completa de la mente humana, aunque contribuye en gran medida.

“Desearía que fuera posible –y, obviamente no lo es- deducir de nuestra comprensión de la naturaleza humana que la fase siguiente de la evolución social va a tener tales o cuales características, pero es algo que no podemos hacer. En el mejor de los casos, podremos deducir unos vínculos  muy laxos y tenues, más o menos sugerentes, quizá, para las personas.”

La capacidad de crear libremente infinidad de combinaciones de palabras y oraciones, es lo que proporciona al hombre la base para una cultura compleja, un conocimiento desarrollado y una libertad imaginativa que lo caracterizan como especie.

Si hay algo “peculiar” en la naturaleza humana, afirma Chomsky, tiene que ser porque los seres humanos estamos dotados biológicamente de un órgano distinto. Para entender qué nos hace diferentes como especie, cuál es nuestra esencia, debemos recurrir a la ciencia, que tendrá las respuestas más objetivas y razonables.

La única forma de justificar un orden sociopolítico es mostrar que realiza o permite que se desarrollen de la mejor manera, nuestras capacidades naturales. Esta es una tradición tan antigua como la filosofía. Afirmar que cada ser tiene por naturaleza ciertas capacidades, especificidades o virtudes que deben desarrollarse. En particular Chomsky continúa la tradición humanista ilustrada. Esto supone un universalismo moral y político si es que hay en la especie humana una estructura general compartida.

Un orden sociopolítico debería satisfacer nuestras necesidades de libertad, creatividad y autonomía, a la vez nuestras necesidades de vida en comunidad (reconocimiento, amor, solidaridad, amistad) y por supuesto nuestras necesidades de supervivencia material. 

El anarcosindicalismo o socialismo libertario, permitiría realizar de la mejor manera posible estos aspectos de la naturaleza humana.


En el campo de la lingüística, Chomsky se afirma heredero de la corriente filosófica racionalista cartesiana y de los lingüistas cartesianos (Cudworth, Schlegel, Humboldt) que intentaron construir una teoría de las características universales del lenguaje respetando el método científico.

Su paradigma rival es el empirismo. El conductismo (como el de Skinner) y otros tipos de “contextualismo” como el de Quine, Putnam o Habermas.

“Si la mente es de una plasticidad extrema, si adoptamos un punto de vista empirista a ultranza, si decimos que la naturaleza humana no es nada aparte de la suma de unas condiciones históricas dadas y que, en cada momento, dicha naturaleza es, sencillamente, el residuo de cualquier disposición cultural contingente que pueda darse, […] entonces, de ser así, no existe realmente –hasta donde yo puedo ver-  ningún tipo de barreras morales que se opongan a la manipulación, la dominación y el control […]. Mi punto de vista es […] que una de las razones de que esas teorías que hablan de un organismo vacío [la plasticidad de la mente] resulten tan atrayentes en nuestra tradición intelectual es que, en cierto sentido, eliminan de hecho las barreras morales que se oponen a la coerción, el control y la dominación.”



Cinco aspectos centrales de las concepciones racionalistas de Chomsky

1. Internalismo. La ciencia del lenguaje se refiere a lo que sucede dentro del cerebro y no al comportamiento lingüístico exterior a él (aunque sea fuente de información y prueba). Se trata de una teoría computacional del lenguaje, se interesa por la computaciones (procesos lingüísticos mentales/neuronales) que relacionan un conjunto de sucesos lingüísticos con otros. También supone que la “facultad del lenguaje” es un módulo relativamente independiente de otras facultades mentales.

Desde el punto de vista político, esto puede significar que por más que se manipule a las personas, hay algo (ciertas estructuras y capacidades) en la mente que es incontrolable y que cualquier organización social debería estimular el desarrollo de esos procesos internos y autónomos.

2. Innatismo. Nacemos con la capacidad del lenguaje, que necesita desarrollarse, pero no es algo aprendido. El innatismo se fundamente en la biología, el lenguaje es algo así como un órgano biológico, está en nuestros genes y con un mínimo de apoyo se desarrolla de forma bastante autónoma.


La comprensión de sentido común está basada en la capacidad innata para el lenguaje, así se apoya que todos y cada uno puedan argumentar y tomar decisiones políticas. En cambio la comprensión científica sí requiere una formación especial y adicional, un aprendizaje que no está al alcance de todos, no es innato.

3. Universalismo. Chomsky propone la existencia de una Gramática Universal: si el lenguaje es en gran parte innato, deberá ser idéntico, en cierto nivel, para toda la población humana.

En el nivel político el universalismo supone una naturaleza compartida con ciertas necesidades que deberán ser satisfechas por cualquier orden sociopolítico.

4. Individualismo. Todo individuo tiene su lenguaje o lenguajes individuales (lengua I). Todas las lenguas individuales son estados de desarrollo de la Gramática Universal.

En política se insistirá en la demanda de no poner trabas a la expresión individual, el anarcosindicalismo permitiría la expresión individual y comunitaria.

5. Constructivismo. Se deriva de su internalismo y su innatismo. El mundo y su comprensión son en gran medida producto de nuestras mentes.

“Se puede decir que la estructura experiencia y de nuestra comprensión de la experiencia es un reflejo de la naturaleza de nuestra mente, y que no podemos acceder a lo que es el mundo realmente. Todo cuanto podemos hacer es crear constructos y nos daremos por satisfechos si resulta que funcionan más o menos, y nos proporcionan algo que podríamos considerar una visión y una comprensión”

Observaciones básicas
Hay dos conjuntos de observaciones básicas que se pueden explicar perfectamente desde la propuesta de Chomsky, si no fueran congruentes con la teoría, esta dejaría de ser científica.

Pobreza de estímulos. Los niños adquieren el lenguaje rápidamente a la misma edad, sin adiestramiento y con datos muy limitados. (Universalismo, innatismo). Esta observación descarta las teorías empiristas.

Aspecto creativo del uso del lenguaje. El conjunto de oraciones con sentido que se producen es ilimitado y no está atado a los estímulos. (Internalismo, individualismo). Se trata de la afirmación de la libertad y creatividad humanas que evitan cualquier tipo de determinismo. 



No hay comentarios: