jueves, 19 de abril de 2012

ARQUEOLOGÍA Y GENEALOGÍA

Generalmente la obra de Michel Foucault se clasifica en tres grandes períodos. El primero alrededor del concepto de arqueología. Sus obras más importantes son Arqueología del saber y Las palabras y las cosas. El segundo alrededor del concepto de genealogía, encontramos aquí la obra más famosa de Foucault: Vigilar y Castigar. Por último está la etapa que se conoce como "el último Foucault", donde trabaja sobre las técnicas de subjetivación y las técnicas de sí. Las obras publicadas en este caso son los dos últimos tomos de Historia de la sexualidad.

Intentaremos exponer brevemente algunas de las características de la arqueología y de la genealogía foucaultianas. 




Arqueología.

Como indica el título de esta obra de Foucault, la arqueología es una indigación histórica en el campo del saber. Lo que se intenta hacer no es un recorrido histórico lineal y progresivo sobres los "avances" del conocimiento, sino un análisis documentado de las condiciones de posibilidad de aparición de diversos saberes y de los quiebres y los puntos de ruptura. Para esto, Foucault tiene que cambiar el modo canónico de hacer historia y trabajar con sus documentos.

"La historia, en su forma tradicional, se dedicaba a 'memorizar' los monumentos del pasado, a transformarlos en documentos y a hacer hablar esos rastros que, por sí mismos, no son verbales a menudo, o bien dicen en silencio algo distinto de lo que en realidad dicen. En nuestros días, la historia es lo que transforma los documentos en monumentos, y que, allí donde se trataba de reconocer por su vaciado lo que había sido, despliega una masa de elementos que hay que aislar, agrupar, hacer pertinentes, disponer en relaciones, constituir en conjuntos."

De esta manera, se forman, aparecen, se arman diversos modos de comprender la historia y afloran las rupturas allí donde veíamos unidad. Se multiplican los descentramientos, allí donde esperábamos encontrar un origen que remitiera a la voluntad del sujeto. Lo que pretende la arqueología es romper con las formas de continuidad que evitan la aparición del discurso como acontecimiento. 

"Es evidente que tal análisis no incumbe a la historia de las ideas o de las ciencias: es más bien un estudio que se esfuerza por reencontrar aquello a partir de lo cual han sido posibles conocimientos y teorías; según cuál espacio de orden el saber se ha constituido; sobre el fondo de qué a priori histórico y en qué elemento de positividad han podido aparecer las ideas, constituirse las ciencias, reflexionarse las experiencias en las filosofías, formarse las racionalidades para anularse y desvanecerse quizá pronto. No se tratará de conocimientos descritos en su progreso hacia una objetividad en la que, al fin, puede reconocerse nuestra ciencia actual; lo que se intentará sacar a luz es el campo epistemológico, la episteme en la que los conocimientos, considerados fuera de cualquier criterio que se refiera a su valor racional o a sus formas objetivas, hunden su positividad y manifiestan así una historia que no es la de su perfección creciente, sino la de sus condiciones de posibilidad."


Genealogía.

Si la arqueología lo es del saber, si investiga sobre las condiciones de posibilidad del saber, la genealogía es del poder. Pero no es un cambio metodológico completo respecto a la arqueología del saber, más bien se trata de una continuación y una ampliación más allá de lo discursivo, hacia un análisis de tácticas y estrategias de poder.

Lo que hay en la genealogía es una reaparición de algo que ya estaba presente en la arqueología: la lucha y la dominación como ámbitos de nacimiento y desarrollo de saber y poder, una herencia fuertemente nietzscheana.

"Mi arqueología debe más a la genealogía nietzscheana que al estructuralismo propiamente dicho."

En el análisis que realiza Foucault de la genealogía nietzscheana en Nietzsche, la genealogía, la historia, hay algunos apuntes importantes:

"La búsqueda de la procedencia no fundamenta, al contrario: agita lo que se percibía inmóvil, fragmenta lo que se pensaba unido; muestra la heterogeneidad de lo que imaginábamos conforme a sí mismo."

La genealogía permite entonces profundizar el camino trazado en la arqueología, romper con el fundamento, en este caso se trata del fetichismo del origen como ontología y como experiencia originaria. 

"Si interpretar fuera sacar lentamente a la luz una significación enterrada en el origen, sólo la metafísica podría interpretar el devenir de la humanidad. Pero si interpretar es apropiarse, violenta o subrepticiamente, de un sistema de reglas que en sí mismo no tiene significación esencial, e imponerle una dirección, plegarlo a una nueva voluntad, hacerlo entrar en otro juego y someterlo a reglas secundarias, entonces el devenir de la humanidad consiste en una serie de interpretaciones. Y la genealogía debe ser su historia: historia de las morales, de los ideales de los conceptos metafísicos, historia del concepto de libertad o de la vida ascética, como emergencia de interpretaciones diferentes. Se trata de hacerlas aparecer como acontecimiento en el teatro de los métodos."




"La genealogía sería, entonces, respecto del proyecto de inscripción de los saberes en la jerarquía del poder propio de la ciencia, una especie de emprendimiento para desujetar los saberes históricos y hacerlos libres, es decir, capaces de oposición y de lucha contra la coerción de un discurso teórico unitario, formal y científico."

No hay comentarios: