jueves, 6 de octubre de 2011

STEVE JOBS



Algunas anotaciones sobre este famoso discurso de Steve Jobs, que me parece, en el mejor de los casos, sobrevalorado. Antes de pensar un poco qué es lo que dice, algunas preguntas preliminares.

1- ¿Quién habla? ¿Dónde habla? ¿Quién escucha?

Habla el empresario/emprendedor modelo: indiscutiblemente exitoso. "Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad." Él afirma no tener credenciales académicas, así empieza. ¿Por qué está ahí entonces? ¿Qué lección tendría para dar a estos graduados de una universidad tan importante? Claramente una doble lección: la del emprendedor exitoso es una y la "lección de vida" es otra. Ahora bien, para ocupar ese estrado tan importante, se deben tener credenciales, si no las académicas, habrá otras. Para dar la lección del emprendedor, la única credencial que se solicita es el éxito. Para dar la lección de vida, la credencial de la superación de la enfermedad es una de las favoritas (hay otras variantes: como la superación de la discapacidad y similares). Básicamente superación de la prueba o dificultad. Pero no nos engañemos por mucho tiempo: las dos lecciones son una y la misma.

Steve Jobs cuenta tres historias sobre su vida

1 - La astucia de la Razón

Seamos breves, Jobs dijo algo como "Abandoné los planes y eso hizo que descubriera cosas que terminaron siendo mejores que lo planeado, me fue mejor." Esta primera historia me hizo recordar a este famoso concepto de Hegel. Lo podríamos resumir así: hay un orden, aunque no lo veamos y ese orden se las va arreglar para que todas las piezas del rompecabezas terminen formando una imagen, aunque seamos incapaces de verlo en un principio, más adelante podremos darnos cuenta. En palabras de Jobs:

“No puedes conectar los puntos hacia delante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tendrán que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo: tu instinto, el destino, la vida, el karma, en lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán, te darán la confianza de seguir tu corazón.”


Entonces: No se puede prever lo que sucederá, pero aunque parezca que hagamos algo fuera del orden establecido, a no desesperar, estamos aún en algún tipo de orden y puede que sea mejor. Si no creemos que estamos todavía dentro de algún tipo de orden (si no creemos que se unirán los puntos de alguna manera), entonces no podremos seguir nuestro corazón. No hace falta que llamemos "Razón" a esto en lo que confiamos, puede ser "lo que sea". Y por supuesto, la lección de esta primera narración es: si querés ser emprendedor (esto es: innovar exitosamente en el mercado), salir del camino habitual puede ayudar. Para eso hay que tener confianza, salir del camino puede tener sus riesgos, pero desde la perspectiva de Jobs/Hegel, nunca estamos verdaderamente fuera del camino. En otras palabras, cualquier material puede ser bueno en las manos de un emprendedor y como el emprendedor debe innovar, si el material es variado, no tradicional, si permite nuevas combinaciones, mejor aún. No hay peligro de caer afuera. La astucia de la Razón (podemos llamarla Mercado) permite que todo pueda encontrar allí su sentido.

No quiero insistir aquí sobre la cuestión de que efectivamente no todo encuentra su lugar en el Mercado, de que los puntos no siempre se conectan. Eso haría caer el relato según el cual "Todos podemos convertirnos en emprendedores exitosos". El relato de Jobs es el contrario en este caso: "fracasa quien no lo intenta."

2 - La prueba

Lo despidieron de su propio empresa. "Sentía que había decepcionado a la generación anterior de emprendedores". Jobs titula este relato "una historia de amor y pérdida". Fue rechazado, pero seguía enamorado. Un buen emprendedor nunca se da por vencido. Antes de continuar me gustaría que tengamos un pequeño espacio de musicalización, de la mano del filósofo argentino Alejandro Lerner para ponernos en clima.


“En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.”



No me parece mal toda esta idea de amar el trabajo que uno hace. Yo lo hago y también recomendaría a los demás que lo hagan. Pero se trata de una verdad demasiado obvia. Cualquiera que tiene un trabajo que no ama (la mayor parte de la gente), lo sabe.

Lo que no tenemos que perder de vista es que nos habla un emprendedor exitoso y nosotros somos jóvenes graduados universitarios norteamericanos. No vamos a ser obreros chinos montando microchips para fabricar Ipads. No nos diría Jobs que amemos nuestro trabajo. De hecho, tal parece que esos chinos amaban tan poco su trabajo, que subió de forma alarmante la tasa de suicidios, la empresa decidió reemplazar a 500.000 de ellos por robots.

El punto es: en el caso del emprendedor, es indispensable que ame su trabajo (no en el caso del operario). Los saltos de innovación que produce un emprendedor, las explosiones que crean nuevas necesidades/productos, de las que se nutre el capitalismo contemporáneo y que necesita de formas cada vez más aceleradas de creación de novedades, sólo pueden nutrirse de este tipo de personas, no de operarios en una línea de montaje. El sacrificio del emprendedor (comenzar en un garage, volver a empezar todas las veces que sea necesario) necesita, como subraya Steve Jobs continuamente, confianza, fe, amor: "lo que sea" para mantener a la promesa funcionando. La promesa de llegar a ser un Steve Jobs. El sueño americano está aguardando a todo aquel que se disponga a creer en lo que hace. Y hay aquí algo del funcionamiento del capitalismo contemporáneo más que interesante: la recompensa a los innovadores que el sistema necesita (es mentira que el capitalismo sólo cosifica a los hombres, también requiere creatividad e innovación, precisa las dos cosas) no es sólo una recompensa en dinero, en mayor posibilidad de consumo y de reconocimiento social. Quienes son capaces de animarse a ser emprendedores, tienen la recompensa de poder amar su trabajo. Visto desde el otro lado, como dice Jobs: sólo quienes amen su trabajo podrán ser emprendedores exitosos. De otro modo, renunciarán ante el primer contratiempo.

El gran cambio entonces es: no obedezcan, sino a ustedes mismos. Hm, me suena.

3 - Memento mori

“Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.”


Claro, me dirán ustedes que es una historia conocida. El emprendedor debe arriesgar, si hay riesgo puede haber miedo ("temor a la vergüenza o al fracaso"), así que estamos ahora del otro lado de los motivos para arriesgarse que nombramos antes (la fe, la idea de que vamos a estar dentro de un orden de todas maneras), en este caso afirmamos que "estamos desnudos" y que no hay ningún orden último. Perdido por perdido arriesguemos, no podemos caer afuera porque esto es todo lo que hay. Nuevamente, no estoy en contra del Memento mori. Es una forma más que interesante desde la que mirar nuestra vida y nuestras decisiones. Pero no creo que la consecuencia más importante de esta conciencia sobre la muerte sea escuchar mi voz interior, buscar mi verdadero yo.


" No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser."


Esto me suena un poco a discurso autoayudesco a lo Claudio María Dominguez y otro poco a la conocida publicidad de Kellog's que te animaba a ser un campeón comiendo maíz azucarado y cuyo slogan era "Sacá el tigre que hay en vos".
Acá es donde se unen las dos lecciones. La lección de vida: sobreviví a un cáncer. Y la lección de emprendedor: seguí mi intuición y gané. La lección dobles es: sigan sus sueños.




Por último y como todo esto está más que divertido, quiero decir que coincido completamente con el final de la charla. De hecho, aunque todo esto parezca un poco crítico y burlón, puedo afirmar junto con mi amigo Steve, buena parte de lo que dice. Pero seamos francos: ¿Tan genial les parece decir "seguí tus sueños"?

Permanezcan hambrientos. Permanezcan descabellados.
Stay Hungry. Stay Foolish.






1 comentario:

  1. jajaja
    si, es autoayudesco pero gauchesco a lo c maria dominguez, jaja (igual lo fuí a ver y loquiero mucho, DIEGO, porque yo dechiquita era fanática de ODOL pregunta, no me lo perdía jamás,yo admiraba a CLAUDIO y también a ANDREITA DEL BOCA en papá corazón, eran mis ídolos).
    lo del memento mori no te lo discuto porque ¿qué es?
    lo de tanta tecnología, no sé., yo no sé ni recibir mensaje de texto, solo me interesaría la cámara.
    DIEGO, siempre recuerdo a la tele en blanco y negro, a la falta de teléfono en el campo y sobre todo: a las cartas de correo. Yo tenía en mi adolescencia cmo cinco amigos y amigas epistolares. eso se perdió por los mails, y está bien.
    Lo del discurso del exitoso, del fracasado y del oprimido. Y, es cierto, su visión es muy americana. como vos decís, si hay gente que nace en un campo de vids, su destino es ser recolector.
    Lode la gente que se suicida, es como vos decís también. porque es una cárcel tener que vivir para trabajar en algo enajenante, estresante, que uno no elige, y por nada.
    Yo creo que uno puede trabajar sobre la intuición, sobre la propia suerte, pero no para lo vocacional o laboral especificamente, sino, para su paz, para su libertad. Creo si, por ejemplo en la gente que por alguna corazonada pudo escaparse de una guerra, de una esclavitud, de la muerte, algo les avisó en su interior,y pudieron lograrlo.
    Creo que las técnicas que cada uno ejercitemos o tengamos para incrementar esa paz, esa voz interior, son la salvación de cada uno para sobrellevar esta vida. A mi me está sirviendo mucho, ir alríocon los perros y meterme hasta la orilla, casi doshoras diarias.
    no hay que elogiar modelos, no nos sirve, salvo el tao te king, jajaja
    saludos

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