lunes, 18 de mayo de 2009

MARIO BENEDETTI




Uno aprende a gustar de la poesía de Benedetti de adolescente y a no gustarla de adulto. Habrá quienes crean en la maduración del gusto y menospreciarán a los inmaduros que aún gustan de Benedetti y habrá quienes entiendan que no hay tal maduración, sino una tilinguería intelectual que no permite disfrutar de lo que está a la mano. A unos y a otros los dejo en compañía de Mario, que con benevolencia de abuelo, comprende a ambos desde el más allá poetizante en que se encuentra.


OTHERNESS


Siempre me aconsejaron que escribiera distinto
que no sintiera emoción sino pathos
que mi cristal no fuera transparente
sino prolijamente esmerilado
sobre todo que si hablaba del mar
no nombrara la sal

Siempre me aconsejaron que fuera otro
y hasta me sugirieron que tenía
notorias cualidades para serlo
por eso mi futuro estaba en la otredad

El único problema ha sido siempre
mi tozudez congénita
neciamente no quería ser otro
por lo tanto continúe siendo el mismo

Otrosí digo / me enseñaron
Después que la verdad
Era más bien tediosa
El amor / cursi y combustible
La decencia / bastarda y obsoleta

Siempre me instaron a que fuera otro
Pero mi terquedad es infinita
Creo además que si algún día
me propusiera ser asiduamente otro

Se notaría tanto la impostura
que podría morir de falso crup
o falsa alarma u otras falacias

Es posible asimismo que esos buenos propósitos
sean sólo larvadas formas de desamor
ya que exigir a otro que sea otro
en verdad es negarle su otredad más genuina
como es la ilusión de sentirse uno mismo

Siempre me aconsejaron que escribiera distinto
pero he decidido desalentar / humilde
y cautelosamente a mis mentores

En consecuencia seguiré escribiendo
igual a mi o sea
de un modo obvio irónico terrestre
rutinario tristón desangelado
(por otros adjetivos se ruega consultar
criticas de los últimos treinta años)
y eso tal vez ocurra por que no sé ser otro
que ese otro que soy para los otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario