En el debate que mantuvieron Noam Chomsky y Michel Foucault en 1971, el tema principal en discusión era la existencia de una "naturaleza humana" y su relación con la política. Fue Chomsky quien, en la línea de la filosofía de la Ilustración, afirmó la singularidad y universalidad de tal naturaleza y en consecuencia propuso un ideal de sociedad justa.
Foucault afirma que desconfía del concepto de “naturaleza humana”. Sostiene que en las ciencias los conceptos tienen distintas funciones y en particular le interesan los “conceptos periféricos”, que no son propiamente científicos, por ejemplo el concepto de “vida” es usado por la biología para delimitarse a sí misma respecto de otras ciencias. Con el concepto “naturaleza humana” pasa algo similar, no es un concepto científico sino un “indicador epistemológico”, que ha permitido a diversas ciencias separar sus campos de acción de otros (teología, historia, biología), pero el concepto no ha sido creado por ciencia alguna.
“Creo que nuestros problemas son diferentes. El señor Chomsky ha luchado contra el conductismo lingüístico, que prácticamente ignoraba la creatividad del sujeto hablante; el sujeto hablante era una especie de superficie sobre la cual se acumulaba de a poco la información, que luego éste combinaba.”
En efecto, el conductismo ha sido uno de los principales enemigos de Chomsky, por motivos científicos y políticos a la vez. Escuchemos sus palabras sobre uno de los conductistas más famosos, B.F. Skinner.
"En cuanto a Skinner [...] creo que se trata de un fraude sin ningún contenido [...], pienso que en este asunto hay dos niveles de análisis [...]. En primer lugar, si me preguntan: ¿es ciencia?, diré que no, que es un fraude. Luego, se me puede replicar: muy bien, entonces, ¿a qué viene ese interés por él? Respuesta: porque explica a cualquier guardia de campo de concentración que puede hacer lo que le proponga su instinto; y, sin embargo, pretende ser al mismo tiempo un científico. [...] Ésa es la aportación de lo conductistas: tomar técnicas corrientes de control, opresión y coerción e intentar escamotearlas, preservarlas de la crítica o la comprensión, asimilándolas a la ciencia."
Chomsky afirma que la naturaleza humana, con su fundamento biológico, es la misma desde hace cinco mil o veinte mil años, lo que habrá cambiado en todo caso es el contexto histórico cultural. Deshecha al conductismo como disciplina científica porque sólo permite atenerse a los fenómenos observables (la conducta humana) y esto impide desarrollar una teoría científica del comportamiento humano. Hay que sacarse de encima toda la tradición empirista de la que procede el conductismo.
La conducta es una de las fuentes de datos que tenemos para hacer una ciencia del hombre, “pero definir una ciencia por sus datos significaría definir la física como la teoría de la lectura de los aparatos de medición”.
La lingüística computacional desarrollada por Chomsky, permite justamente hacer hincapié en la creatividad singular de cada individuo, basándose en las mismas reglas de juego fundamentadas en el órgano del lenguaje. Por este motivo, la capacidad creativa, se transforma para Chomsky en una necesidad que tiene que ser respetada cultivada en la vida social.
"En caso de que sea correcto, como creo, que un componente fundamental de la naturaleza humana es la necesidad del trabajo creativo, de la investigación creativa, de la creación libre sin las limitaciones arbitrarias de las instituciones coercitivas, se desprende que una sociedad decente debería llevar al máximo las posibilidades de realización de esta característica humana fundamental."
Queremos mostrar algunos problemas que surgen en la relación que establece Chomsky entre "naturaleza humana" y orden sociopolítico. Para ser francos y justos con Chomsky, seguramente muchos de estos problemas puedan ser salvados cuando afirma que la naturaleza humana no pueden ser objeto de la ciencia.
“Creo que muchas de las cosas que quisiéramos entender, y tal vez las cosas que más quisiéramos entender -como la naturaleza del hombre, o la naturaleza de una sociedad decente- o muchas otras cosas, estarían, en realidad, fuera del alcance de la ciencia humana posible.”
Sin embargo, como las afirmaciones políticas de Chomsky, efectivamente se basan en las características de una "naturaleza humana" que da por hecho, de cuyo carácter científico sólo puede hablar Chomsky parcialmente, los siguientes problemas siguen pareciendo relevantes.
Problema del salto de la parte al todo. Desarrollar un modelo teórico (gramática generativa) que explique razonablemente fenómenos empíricos relativos a la adquisición del lenguaje y a su uso creativo, no permite extrapolar características al conjunto de la “naturaleza humana”. Menos si este modelo teórico es modular.
Problema del salto del ser al deber ser. No se puede inferir de un estado de cosas (aunque sea natural), el deber de que eso sea así. No podemos inferir que es bueno que desarrollemos nuestra creatividad simplemente porque somos creativos por naturaleza. Si encontráramos que somos (como muchos sostienen) egoístas o crueles por naturaleza, entonces podríamos deducir también que eso debe ser así.
Problema de la irrelevancia. Si las reglas básicas de la gramática universal son tan flexibles para poder permitir la infinita riqueza de los lenguajes que conocemos y los que están en continua creación, así como las enormes diferencias culturales, ideológicas y de Weltanschauung, ¿entonces por qué importaría salvaguardar una “naturaleza humana”? La manipulación que le molesta a Chomsky en el empirismo y el conductismo sigue siendo igual de posible. Si lo que hay que salvaguardar es un núcleo más duro (la racionalidad humana, el egoísmo, la libertad individual, etc), es decir, si no es irrelevante, entonces es adecuada la crítica de Foucault sobre el peligro de universalizar o naturalizar características de nuestra cultura.
Problema de la tecnificación de la naturaleza humana: si el enfoque computacional de la naturaleza humana es adecuado a sus características, puede ser aún más “exitoso” y profundizar cada vez más los aspectos programables del lenguaje y la cognición. Esto permitiría una manipulación (incluso genética) de nuestras estructuras básicas de comprensión y creación, así como una programación de nuestros modos de aprendizaje.
DIEGO:
ResponderEliminarMe detengo en la hipótesis (cuestionada) del salto del ser al deber ser:
salvando las distancias entre estos dos monstrous y esta torpe y miope hormiguita agorafóbica,
yo creo que la naturaleza humana (en forma potencial) puede ser increiblemente sublime, rayana en lo divino o en lo supranatural, desde cualquier aspecto. destreza corporal (como lo vemos cada cuatro años en los juegos olímpicos, sobre todo con los atletas de barra y gimanasia artística), en una habilidad interpretativa o compositiva musical, en lo intelectual, en lo artístico, en las capacidades emocionales, y en sus condiciones morales, en sus capacidades de amor al prójimo. En algunos puede ser innato (lo del amor al prójimo, pacifismo, modo de ser armónico, aunque su entorno sea hostil, como dicen que son lso niños índigos o cristal). Pero creo ineludiblemente para todo necesitamos el incentivo del medio, su apoyo, su contención, su formación educativa (moral, social, religiosa, intelectual, etc). Veo la crudeza con la que mis tiernas perritas (tan dulces e inofensivas) pueden destrozar (por jugar) a un muñequito, pienso si eso mismo lo harían con un animalito de otra especie. Y siento con escozor, que lso seres humanos también pueden ser amororosos con su conocido entorno, y criminales atroces peores que cualquier fiera en la tierra (por sus técnicas, métodos, modos de planificación) y ante esto me pregunto ¿por qué? ¿cómo frenarlo, como mitigarlo, como prevenirlo o desterrarlo por siempre de la acción humana?, .Pero no existe una vacuna para desterrar esto por siempre de la tierra, y también sería monstruoso que existiera. Estudié un libro entero de Skyner en psicopedagogía clínica (era muy lacaniana pero había otros textos funcionalistas) creo que era familia patológica o algo asi, o en Terapias Breves con el Lic Héctor Fiorini, en el año 84.
DIEGO
ResponderEliminarTe agrego una inquietud más, que tiene que ver con el arte, aunque también con la ontogenia (incierta o cuestionada ) de la naturaleza humana:
pienso en la independencia de una obra de arte, de su autor : ¿es tal?, en la música sin letra por ejemplo, en un cuadro de un paisaje campestre... si estos estuvieran pintados por un cruel asesino a sangre fría ¿trasciende y se despega esa producción artística de la mano de su creador ?. Es una discusión que teníamos con un profesor de música. Ahora creo que si. Quizás porque hasta en el hombre más enfermo y malo, podría estar guardado (tratando de salir de algún modo) algo de lo divino, algo de su amor, asi como de crueles criminales y madres desamoradas, nacen bebés que (quizás lleven algunos genes con alguna predisposición a tener alguna adicción o enfermedades -como el resto de los chicos-, pero su naturaleza humana será inocente y pura, totalmente independiente de la pareja que lo haya engendrado.
ResponderEliminarBuenas,
Retomo el tema del paso del salto del ser al deber ser. En mi humilde opinión, la creación o creatividad es la condición por excelencia dle hombre. Es lo que le permite resolver problemas (y por eso mismo encontrar otros). Lo importante aquí es que estos problemas creo que tienen que ver con los anhelos característicos del hombre: el bien, la belleza, al libertad. Osea los "universales", las Ideas platónicas de las que pensamos como conceptos. Éstas constituirían el ámbito del ser, l oque corresponde a nuestra esencia, que choca constantemente con la realidad, el caos o el no ser. De aquí es fundamental la visión de Castoradis en "Lo que hace a Grecia" como la cosmovisión del griego (y del humano en la primitiva pregunta a la religión): la comprensión del mundo como incomprensible. "arkhé jó caos".
Sin haber leído a Chomsky sospecho que por eso dice que desde hace 5000 o 20.000 años mantenemos esta naturaleza. Esto se ve muy claramente en los mitos ya sea griegos fundamentalmente, pero también aztecas, indios, babilonios que nos hablan de la promesa del paraíso. EN el libro de Robert GRaves revivimos los mitos de las
razas de oro en que loshombres vivían pacíficamente en los Campos Elíseos donde las manzanas o la miel caían de los árboles y los hombres llevan una vida sin trabajo forzado y sin sufrimiento. Luego, aparecen inmediatamente las "mito-ideologías" para jsutificar quiénes pueden acceder a la administración de lso recursos.
Todo esto nos muestra un anhelo primigenio del homre: la aspiración a la pacificación de la existencia. Yo creo que no es sólo una cuestión de ser que se intenta trasladar al deber ser; la diferencia radica en al intención. Si somos egoístas creo que es porque entendemos el bien como un bien individual, pero en última instancia estamos buscando el bien y se conceptualiza de una forma nociva. Nadie busca el mal, nadie dice conscientemente "voy a hacer el mal en el mundo". EL Guasón no existe.
LA creación es meramente una herramienta para logar realizar esos anhelos de nuestra esencia. Y si lo buscamso es porque está en nosotros y la creación es un medio para lograr la erradicación del sufrimiento. SImplemente, deseamos estar bien o mejor. Teorías como el anarcosindicalismo de Chomsky quizás sean una respuesta provisoria que no pretende ser definitiva al problema de la organización de la vida cotidiana. En todo caso, aspiramos a vivir bien. Esto es un concepto " y sólo olo que no tiene historia peude definirse". Sin embargo, claramente no aspiramos a vivir de forma egoísta y está en nosotros la posibilidad de cambiarlo. MEdiante la creación es posible que lo hagamos. De esta forma demostraremos cómo vivir de modo egoísta, que es cómo nos presentamos ahora, niega o impide la realización plena de ese "vivir bien" para todos.