Me ahorro las introducciones, las explicaciones que evaden el tema, los eufemismos.
El concepto de lo necesario se hace carne sólo ante la muerte.
Como la sabiduría popular afirma, todo lo demás tiene remedio.
Lo necesario es lo no remediable, lo que no tiene cura, la enfermedad que no termina.
Pero la enfermedad es la herida definitiva en la carne, porque es interna, porque adviene.
Lo necesario es lo inapelable.
La única realidad del concepto es cuando se hace carne, cuando nos atraviesa.
El cuerpo es único asidero posible de lo existente.
Aquello que no se hace carne es mera habladuría.
Lo único necesario entonces, lo que jamás puede ser de otro modo, es la muerte.
Ella es final de todo asidero, de todo cuerpo, de todo concepto.
La única seguridad del cuerpo, es su propia muerte: un cuerpo es aquello que ya no será.
El concepto de lo necesario no tiene su horizonte en la muerte, él es la muerte.
Cuando el cuerpo muere, se desvanece el único jirón de realidad posible.
Y todo es arrastrado hacia la nada, necesariamente.
Quien no enferma en vida no puede ser capaz de definirse.
Quien no enferma, no conoce lo definitivo, no posee cuerpo.
Quien no enferma, no puede hacer carne el concepto.
La puta madre que hiciste carne el concepto querido Leo.
La puta madre.
La puta madre que hiciste carne el concepto querido Leo.
La puta madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario